En Urvan nos gusta considerarnos sinónimo de belleza y, por eso, intentamos traeros temas que os sirvan para que, día a día, os veáis guapísimas y saquéis lo mejor de vosotras. Por eso, hoy queremos compartir los 10 errores de maquillaje que cometemos de forma más común.

Seguro que hemos cometido algunos de ellos desde que empezamos a usar maquillaje. Échales un vistazo por si cometes alguno de ellos, ¡nunca es tarde para aprender!

No hidratar la piel antes de maquillarse

Es un paso muy importante que, aunque no lo parezca, puede arruinar tu mejor maquillaje. Lo mejor de la belleza de tu piel sale a la luz cuando está hidratada.

Para empezar, si mantienes tu piel bien hidratada estará más bonita y te verás más guapa… ¡te ahorrarás mucho en maquillaje! Además, cuando vayas a maquillarte el primer paso debe ser aplicar tu crema hidratante. De este modo, el maquillaje quedará más uniforme y mucho más natural. De lo contrario, será más fácil que se cuartee y te durará menos tiempo (esto es algo que debes tener muy en cuenta si tienes por delante muchas horas fuera de casa).

Elegir el tono inadecuado de base

Una vez has hidratado la piel viene la aplicación de la base. El primer error que solemos cometer en cuanto a la base tiene lugar en la tienda: elegimos mal el color. Antes de nada hay que aclarar cual es la función real de la base. No es aportar color al rostro ni disimular cosas como las ojeras o los granitos (para eso hay otros productos que lograrán un efecto estupendo). Su función es la de unificar el tono de la piel y, por esa razón, debes elegir un color que sea similar al de tu piel. Puedes fijarte también en el color de tu cuello para conseguir un tono intermedio y evitar el efecto máscara.

Usar demasiado bronceador

Si quieres aportar color a tu rostro, por ejemplo, para lograr un tono más bronceado que el tuyo natural, acude a los polvos bronceadores. Pero, ¡cuidado! aplicándolos en exceso en lugar de lograr parecer recién llegada de la playa, sólo lograrás conseguir el conocido «efecto naranjito».

Pasarse con los polvos translúcidos

El efecto contrario al «efecto naranjito» es el que conseguirás si te pasas con los polvos translúcidos… el «efecto cásper». Estos polvos apenas tienen color y son geniales para matificar el rostro pero, aplicados en exceso, dejan un tono blanquecino.

Olvidarse de las cejas

Ya en las últimas temporadas es algo que vemos por todas partes, maquillaje para las cejas. Es algo que puede parecernos una tontería pero, al fin y al cabo, son el marco de nuestra mirada, ¡no te olvides de ellas! Puedes maquillarlas o, sencillamente, arreglarlas un poco. Simplemente, quita los pelitos que sobren, sin perder la forma natural de tus cejas (es la que mejor te sienta), y peinalas un poco. El maquillaje entra en juego si tienes alguna zona con menos densidad de pelo. Cúbrela con un color similar al de tus cejar y ¡listo!

Elegir mal el corrector anti-ojeras

El anti-ojeras puede ser un muy buen amigo tuyo si lo usas bien, te dará un aspecto de buena cara que te hará empezar el día mejor. Sin embargo, elegirlo mal puede ser un error del que te arrepientas todo el día. Debes tener en cuenta si tus ojeras son más o menos oscuras o si necesitas que, además, el corrector tenga un efecto anti-edad (en este caso, una fórmula fluida será la mejor elección). Si son oscuras una fórmula más densa será la adecuada, pero si eliges un tono muy claro sólo conseguirás un efecto antifaz muy poco favorecedor. Pero el error puede ir más allá… si aplicas demasiada cantidad, el efecto antifaz será peor y, además, el corrector te durará menos tiempo.

Aplicar demasiado iluminador

Con el iluminador paso algo parecido que en los casos anteriores. Hay que tener cuidado tanto al elegir el tono como en la aplicación. En este caso, el error más común se da al aplicar demasiada cantidad de iluminador en el rostro. Todos hemos visto el efecto de antifaz blanco que se da cuando echamos demasiado iluminador bajo los ojos. Hay que iluminar, ¡no cegar!

Aplicar el lápiz de labios antes que la barra

Es un error en el que es fácil caer. Podemos pensar que es adecuado aplicar el lápiz de labios para crear el contorno de los labios y, después, colorear el interior… ¡mal hecho! Conseguirás un color más limpio en los labios si lo haces al revés. Primero aplica la barra coloreando tus labios y, después, perfecciona el contorno con el lápiz. ¡Por cierto! No olvides que el color del lápiz debe ser el mismo que el color de la barra o, al menos, lo más parecido posible.

Frotar los labios tras aplicar el color

Una vez has acabado de maquillar tus labios, ¡no frotes tus labios! Es una costumbre muy generalizada para ayudar a extender el color pero, lo único que conseguirás si lo haces, es estropearlo. El color quedará poco uniforme y, además, estropearás el contorno.

Destacar tanto ojos como labios

Aunque es cierto que hoy y, más en verano, se llevan los colores vivos, usarlos en ojos y labios a la vez no es recomendable, darás sensación de ir demasiado maquillada. No tienes por qué elegir entre maquillar una zona u otra de tu rostro, con que uses un maquillaje más natural en una de las dos quedarás perfecta. Por ejemplo, si te apetece lucir un degradado gris oscuro en los ojos, elije para tus labios y tono nude. Si prefieres llevar un rojo en los labios, maquilla tus ojos con un poco de sombra marrón mate y aplica máscara de pestañas.

¡Ya tenéis algo que practicar! Seguid nuestros consejos y, tengáis el plan que tengáis, estaréis perfectas y listas para comeros el mundo.

Último tip: recuerda que quedarás mucho más guapa si no da la sensación de que has pasado horas frente al espejo. En eso podemos ayudarte, reserva cita con nosotros y podrás ver en tu propia casa cómo nuestros profesionales ponen en práctica todos estos consejos y, además, te dejarán bien guapa.

Be URVAN!