Que nos gusta estar resplandecientes, es un hecho. ¿A quién no le gusta verse con buena cara desde que se levanta hasta que se acuesta? Incluso aunque, por suerte o por genética, no nos haga falta echar mano de muchos cosméticos, a todas nos encantan nuestros rituales de belleza.

Centrándonos en la piel de nuestro rostro, hay algunas afortunadas que gozan de un buen equilibrio en el rostro. Esas personas tienen la suerte de no tener que preocuparse demasiado ni por sufrir mucha sequedad, ni por verse el rostro lleno de brillos continuamente. Lo cierto es que este equilibrio en la piel viene determinado por muchas cosas, desde la genética hasta el estado hormonal. Por esa razón, lo normal es que nuestra piel cambie a lo largo de nuestra vida. No sufriremos muchas variaciones, si tu piel es grasa seguramente lo sea, al menos un poco, toda tu vida, pero no hay que olvidar que los rituales que llevemos para cuidar nuestro rostro, deben adaptarse siempre a nuestro estado en cada etapa de la vida.

Hoy nos vamos a centrar en vosotras, las que sufrís los inconvenientes de tener la piel mixta o grasa. Sabemos que os pasáis el año y, sobre todo el verano, intentando evitar los incómodos brillos. Aquí tenéis unos cuantos consejos que os vendrán bien, ¡echad un ojo!

Limpiar bien el rostro

Esto no es nada nuevo para ti. Siempre, al acabar el día, es importantísimo que limpies bien tu rostro, aunque ese día no te hayas maquillado. Siempre hay partículas en el aire (de contaminación, por ejemplo) que se adhieren a tu piel y, aunque no las veas, son de lo más dañinas. Piensa que toda esa suciedad, no sólo se quedará en la piel, sino que entrará en los poros que tengas abiertos (algo muy normal ahora que hace calor). A nadie le gustan los puntos negros ¿verdad?

Vamos más allá. El consejo de limpiar el rostro por la noche es aplicable a todos los tipos de piel. Tú, que tienes la piel grasa… ¡No olvides hacerlo también por la mañana! Durante la noche, la piel lleva a cabo muchos procesos de regeneración, desintoxicación, etcétera… Por eso, seguro que notas que por la mañana tu piel está algo aceitosa, es porque ha expulsado grasa. Debes lavar tu cara bien al levantarte para que ese exceso de grasa no te resulte perjudicial.

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Limpiar… También en profundidad

Además de limpiar tu rostro cada día mañana y noche, debes realizar limpiezas más profundas de vez en cuando. Lo ideal sería una exfoliación semanal. Puedes acompañarla de una limpieza en profundidad, después, con una mascarilla purificante.

Si te gusta probar remedios naturales, el arroz será uno de tus mejores amigos. Es tan sencillo como cocer arroz en agua y, después, no tirar el agua sobrante. Empapa un disco de algodón en ese agua y úsalo como si de un tónico se tratase. Arrastrará impurezas y el exceso de sebo.

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No tocar la cara

Este es más importante de lo que puedes pensar. Toda la limpieza que llevas a cabo diariamente, puede no valer para nada si luego no paras de tocarte la cara con las manos. Aunque te parezca que las tienes limpias, en la palma de nuestras manos se acumula mucha cantidad de grasa. Seguro que no querrás que esa grasa acabe toda en tu piel… No te toques los granitos, si te notas un exceso de brillo o de oleosidad en la piel no intentes eliminarla con los dedos, ¡será peor!

Buscar productos específicos para piel mixta o grasa

No te será nada difícil encontrar multitud de productos específicos para tu tipo de piel. Huye de los jabones típicos, esos están genial para lavarte las manos, pero no son buenos para tu rostro. La razón es tan simple como que un jabón, por raro que te parezca, proviene de un sebo o un aceite. Seguro que no necesitas más explicación. Busca una solución limpiadora sin jabón, también encontrarás desmaquillantes de este tipo. Limpiarán tu piel y, además, retirarán parte del exceso de grasa.

Lo mismo con tus cremas, con el maquillaje… Busca fórmulas ligeras. Lo más importante es que los poros no queden obstruídos y que la crema o el maquillaje dejen que tu piel respire. Además, es conveniente que busques que tengan protección solar, sobre todo si sufres acné o tienes granitos. El sol puede hacer que se te marquen mucho las cicatrices que estos granitos pueden dejarte, y esas marcas son realmente difíciles de eliminar, ¡no te arriesgues!

El maquillaje, mejor mate en polvo

Ya hemos dicho que lo ideal es que tu maquillaje sea lo más ligero posible para que tu piel pueda respirar. Profundicemos un poco más en el tema. La regla básica que debes recordar es: polvo mejor que fluido. Y esta regla la puedes aplicar en todo el maquillaje que uses para tu rostro. Desde la base, hasta las sombras de ojos, pasando por el iluminador.

Una fórmula fluida, seguramente, tenga más oleosidad que una en polvo y, aunque no la tenga, su textura hará que tu piel que se vea aceitosa, justo lo que queremos evitar. Las fórmulas fluidas son más recomendables para pieles secas que necesitan contener lo máximo posible la hidratación en la piel. Estas fórmulas «crean barrera» para evitar que se pierda esa hidratación, por eso no son aconsejables para una piel que lo que necesita, sobre todo, es respirar.

Por último, no olvides los polvos compactos. Son el toque final para que, sobre todo en la zona T, no brilles demasiado.

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Buena hidratación

Este punto es importante tenerlo en cuenta, ya que se confunde muchas veces. Una piel grasa o mixta, necesita hidratación tanto como otro tipo de piel cualquiera. Puede que tengas la tentación de no usar una crema hidratante para, así, ayudar que tu piel esté menos aceitosa. Es un gran error. Lo único que conseguirás es hacer que tu piel se seque, seguirás teniendo el mismo problema de oleosidad y, además, añadirás otro de sequedad (¡no son incompatibles!).

Tras tus limpiezas diarias, hidrata bien tu piel, como decíamos, con una crema ligera que aportará el agua que necesita tu rostro. Para el día busca una con protección solar y, para la noche, puedes usar una que tenga algún tipo de tratamiento astringente y ayude a eliminar el exceso de grasa mientras duermes.

Un buen consejo en este sentido, aunque no te lo creas, es usar un aceite que nutra bien tu piel. En concreto, el mejor aceite que puedes usar para tratar un exceso de grasa en el rostro, es el aceite de jojoba. Este aceite es ideal para que tu piel esté perfectamente sana y, además, ayudará a regular la secreción de grasa en tu piel, ¡te encantará!

En fin, todo lo que podemos decir más, es que tengas paciencia. Cada una tenemos que aprender a lidiar con nuestro tipo de piel, no sólo para vernos guapas, sino para que esté de verdad sana. No te obsesiones con hacer que desaparezcan los granitos y los brillos en poco tiempo, nuestro organismo necesita un margen para aceptar los tratamientos que usamos para regular algo como el exceso de grasa. Sigue nuestros consejos y verás tu piel mejor día a día, y ¡cada día mejor!