El toque final para tu maquillaje. Un golpe de luz que marque la diferencia. El iluminador puede ser uno de tus mejores aliados para que el resultado final de tu maquillaje diario sea, sencillamente, brillante. Sin embargo, para sacarle el máximo partido debes saber cómo usarlo. El iluminador puede darte unos resultados geniales pero, si lo usas mal, estropeará todo tu maquillaje.

Aquí te traemos unos trucos y consejos para que sepas cómo usarlo correctamente y le saques el máximo partido, ¡No te los pierdas!

Ensalza tu mirada

Uno de los usos que puede que te guste más, es el de agrandar tu mirada. Úsalo en el lagrimal, en la parte exterior del ojo, y bajo las cejas, conseguirás que tu mirada resplandezca. La clave del iluminador es que hace que las zonas oscuras del rostro salgan a la luz, por eso, si lo aplicas en el inicio y el final del ojo, harás que tu mirada se vea más grande al instante.

Puntos clave del rostro

El genial uso de resaltar las zonas oscuras de tus ojos, lo puedes aplicar también al resto de tu rostro. Debes ponerte frente al espejo y ver cuáles son las partes de tu cara más oscuras. En esos sitios acertarás si lo usas, por ejemplo, las ojeras, las aletas de la nariz, el surco nasogeniano… son zonas que el iluminador destacará inmediatamente.

Además, un truco de profesional consiste en aplicarlo en los huesos. El centro de la frente, la parte alta de los pómulos, la barbilla, bajo las cejas y la nariz. En el caso de la nariz debes tener muy en cuenta la forma de ésta: si la tienes muy fina, dibuja una línea gruesa, si la tienes gruesa, dibuja mejor una línea más fina. Difumina esa línea, y conseguirás ensalzar de forma correcta esta zona de tu cara.

Oculta tus ojeras y tus bolsas

El uso más extendido del iluminador y en el que más errores se cometen. Si quieres camuflar unas ojeras debes aplicarlo de forma diferente a si lo que quieres es disimular unas bolsas. Si lo haces igual en ambos casos corres el peligro de hacer que se noten mucho más.

Para la ojera, una buena opción es usarlo en formato líquido. Aplícalo justo debajo del ojo y con el dedo anular extiéndelo hacia abajo, de dentro hacia afuera para que se difumine con el resto de la piel. Recuerda que tu objetivo en este caso es igualar el tono de la ojera al del resto del rostro.

Si tienes bolsas, la cosa cambia. Aplica el iluminador bajo la bolsa, nunca lo hagas encima de la ojera. La razón de hacerlo así es que si tienes bolsas, éstas destacan por estar más abultadas, dejando la parte de abajo más sombreada. En esa parte es donde debes aplicarlo para resaltarla e igualarla lo más posible al tono de la bolsa.

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Úsalo para camuflar el cansancio

Para esos días en que no has dormido bien o, sencillamente, la semana te pesa demasiado, el iluminador puede ayudarte bastante a mejorar tu aspecto. Con que, simplemente, mezcles una pequeña cantidad con tu crema hidratante conseguirás que, de repente, tu rostro se ilumine y esos signos de cansancio no se noten tanto. Debes mezclar una muy pequeña cantidad de iluminador o, en lugar de un efecto de buena cara, lo que conseguirás será tener la cara llena de brillos.

No lo uses sobre imperfecciones

El iluminador viene, muchas veces, presentado como corrector. Sin embargo, no sirve para corregir cualquier imperfección del rostro. El corrector iluminador sirve para compensar la luz en las diferentes partes de la cara. Jamás debes usarlo para cubrir arrugas, granitos, manchas, etcétera… Si lo haces, en lugar de esconder esas imperfecciones, las destacarás y las convertirás en protagonistas ¡seguro que no es eso lo que buscas!

Da volumen a los labios

Pues sí, conseguir algo más de volumen en tus labios es posible con tan sólo aplicar un poquito de este producto en la zona adecuada. Un poquito de iluminador en el arco de cupido será suficiente. Se trata de la línea superior del labio de arriba, destacarla sobre todo por el centro, dará un extra de protagonismo a tus labios.

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Para pieles grasas, mejor en polvo

Si tienes la piel grasa debes tener cuidado con los brillos. Debes emplear el iluminador con precaución, pero ¡no dejes de usarlo!

La mejor opción para ti es que los uses en polvo y los apliques con una brocha de pelo suelto al final del maquillaje. Aplícalo donde más lo necesites y más te guste, pero jamás lo hagas por todo el rostro. Deja la «zona T» libre para aplicar unos polvos matificantes y, así, lograrás el equilibrio de luz que necesita tu rostro.

Puede ser todo lo que necesitas

Ahora que tenemos días de tanto calor, lo más cómodo y lo más «trendy» es llevar poco maquillaje. Es el momento de dejar que la piel respire lo mejor posible. ¿Has pensado darte un descanso con la base de maquillaje? Si es así, el iluminador puede ser todo lo que necesitas. Aplica un poco en las zonas clave de las que hemos hablado y en un momento ¡buena cara!

Como decíamos antes, el iluminador es ese toque final que hará que brilles. Tú ya tienes todos los trucos necesarios para que se convierta en tu producto estrella, ¡no dudes en aplicarlos! Si quieres conocer más trucos y ver cómo los emplean nuestros profesionales, reserva cita con Urvan y podrás tener el maquillaje perfecto en tu propia casa, ¡no esperes más!